viernes, 13 de junio de 2008

tarea 5

el libro de caperucita roja!!!!

bueno este relato trata de una niña que siempre iba con una capucha roja de eso su nombre.el cazador esta vigilando al un lobo para matarlo,caperucita nota k su abuela esta rara y de repente se da cuenta k es el lobo.
al fianl el cazador acaba matando al lobo para k no aga mas daño

tarea 4

eligo:
las niñas de Andres Barbara
es un relato que me parecio muy bonito,me ha encantado creo que os gustara


las tres hermanas
m ha encantado igual que el otro que cite antes.
este libro refleja mui bien los personajes y todo eso.m encantan los libros asi divertidos

jueves, 12 de junio de 2008

tarea 7

Bueno Juanjo no se si de aqui saldran cien palabras pero bueno.
esta actividad me ha parecido muy divertida quitando alguna tarea por ahi que no me gusto nada, bueno que no se que te decir pa acupar las cien palabras.la actividad de verdad que ha sido divertida como te dije antes,ya podies dar les clases siempre en los ordenadores,bueno Juanjo que no me salen mas palabras asi que lo dejo.

lo siento mucho por no yegar a las cien palabras ni siquiera a las 90 palabras
bueno Juanjo espero que m apruebes eehhh.
k en todo el curso este trimestre aprobe un examen

xao y a cuidaseeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!!!!!!

TAREA 3

JOSE HIERRO!!!!

CORAZÓN QUE TE HIEREN

Corazón que te hieren
con una rama verde.

Llegó a mi lado. Era
el momento más fuerte
que el recuerdo. Es hoy todo
inolvidable. El verde
de los álamos es
vida. Los cielos tienen
azul de amor sereno
que aún ignora la muerte.

Llega a mi lado. Trae
una rama. (Parece
la verde primavera
que entre sus manos duerme.)
Oh, qué felicidad.
Las brisas, cómo mecen.
Ella saca a las flores
de su encanto silvestre.
Ella toca de gracia
el áspero presente.

Llega a mi lado. Trae
una rama. (Se mueve
irreal: su elemento
es la música. Viene
quebrando los silencios
maravillosamente. )

Entre sus manos es
la rama una serpiente
de luz, un río frágil,
bandera transparente
que pone en este ensueño
su alegría evidente.
(Por la rama comprendo
que estamos vivos. Este
instante no es un sueño
que pasa y no nos mueve.)
Es un látigo frágil,
una llama en que beben
nuestros ojos.

¿Por qué
la ceñiste a mis sienes 40
como si fuera el único
dios a quien perteneces?
¡Por qué te he preguntado
si ceñiste otras sienes!

Corazón, te han herido
con una rama verde.

De "Con las piedras, con el viento" 1950

MIGUEL HERNANDEZ

MUERTE NUPCIAL

El lecho, aquella hierba de ayer y de mañana:
este lienzo de ahora sobre madera aún verde,
flota como la tierra, se sume en la besana
donde el deseo encuentra los ojos y los pierde.

Pasar por unos ojos como por un desierto:
como por dos ciudades que ni un amor contienen.
Mirada que va y vuelve sin haber descubierto
el corazón a nadie, que todos la enarenen.

Mis ojos encontraron en un rincón los tuyos.
Se descubrieron mudos entre las dos miradas.
Sentimos recorrernos un palomar de arrullos,
y un grupo de arrebatos de alas arrebatadas.

Cuanto más se miraban más se hallaban: más hondos
se veían, más lejos, y más en uno fundidos.
El corazón se puso, y el mundo, más redondos.
Atravesaba el lecho la patria de los nidos.

Entonces, el anhelo creciente, la distancia
que va de hueso a hueso recorrida y unida,
al aspirar del todo la imperiosa fragancia,
proyectamos los cuerpos más allá de la vida.

Espiramos del todo. ¡Qué absoluto portento!
¡Qué total fue la dicha de mirarse abrazados,
desplegados los ojos hacia arriba un momento,
y al momento hacia abajo con los ojos plegados!

Peron no moriremos. Fue tan cálidamente
consumada la vida como el sol, su mirada.
No es posible perdernos. Somos plena simiente.
Y la muerte ha quedado, con los dos, fecundada.

LUIS ROSALES

EL AMOR ES UNA SOLDADURA MÁS O MENOS AUTÓGENA

Si vives enamorado,
no tardarás en saber
que un amor puede doler
cierto, mentido y soñado.

Y quizás
ninguno estará de más.


BLAS OTERO

YO POR TI, TÚ POR MÍ...

Están multiplicando las niñas en alta voz,
yo por ti, tú por mí, los dos
por los que ya no pueden ni con el alma,
cantan las niñas en alta voz
a ver si consiguen que de una vez las oiga Dios.

Yo por ti, tú por mí, todos
por una tierra en paz y una patria mejor.
Las niñas de las escuelas públicas ponen el grito en el cielo,
pero parece que el cielo no quiere nada con los pobres,
no lo puedo creer. Debe haber algún error
en el multiplicando o en el multiplicador.

Las que tengan trenzas, que se las suelten,
las que traigan braguitas, que se las bajen rápidamente,
y las que no tengan otra cosa que un pequeño caracol,
que lo saquen al sol,
y todas a la vez entonen en alta voz
yo por ti, tú por mí, los dos
por todos los que sufren en la tierra
sin que le haga caso Dios.

LEOPOLDO MARIA PANERO

EL LAMENTO DEL VAMPIRO

Vosotros, todos vosotros, toda
esa carne que en la calle
se apila, sois
para mí alimento,
todos esos ojos
cubiertos de legañas, como de quien no acaba
jamás de despertar, como
mirando sin ver o bien sólo por sed
de la absurda sanción de otra mirada,
todos vosotros
sois para mí alimento, y el espanto
profundo de tener como espejo
único esos ojos de vidrio, esa niebla
en que se cruzan los muertos, ese
es el precio que pago por mis alimentos.

"Last night together" 1980

FELIPE VIVANCO

CANSADO DE PALABRAS

A Camilo José Celá

Cansado de palabras (y también de silencios).
Cansado de evidencias (y también de misterios).
Tu horizonte está lejos, y en él cada simiente
viva, cada minuto sensible de distancias.

¡Qué bien estás, Señor, alrededor de cada pueblo!
Tú, ¡qué bien! , ¡Y qué bien yo, si una tarde nos une
con rojas arenarias y botones azules,
y una yunta, y un perro que ladra, y algún pájaro!
¡Qué bien se está, Señor, con distancias de campo pujanza
y colores activos levemente ondulando!
¡Qué bien se está, Señor, y qué poco hace falta!
(Las casas, tan pegadas a la tierra, y la entrega, tan alta.)

Cansado de ser otro (tal vez de ser yo mismo),
me entregaré a las cosas que no ambiciona nadie
para ignorar con ellas, libre de otros dominios.
Sólo tuya, Señor, la realidad del mundo
(y la palabra viva que se acerca y reduce
su exceso de conciencia para ser algo tuyo).

Cansado de lecciones (y de imaginaciones),
quiero andar por la vía del tren, por el paisaje
que se opone a los sitios pintorescos, se aleja
del pueblo sin más bienes que su cielo y su fuerza.
Allí he crecido en años de secreto abandono
que fueron las raíces de un ramaje sonoro.
Y allí Tú te abandonas a tu mejor pobreza.



JOSÉ GARCÍA NIETO

SÍ, TÚ ERES EL AMOR...

Sí; tú eres el amor. Y nadie enfrente.
No hay nadie al otro lado. cuando besas
vas a tus mismos labios, y regresas
vacía para buscarte inútilmente.

está sólo el amor. No de repente.
En el origen ya, ya en las promesas,
juntas las manos y las alas presas,
llora el amor su soledad naciente.

Porque eres tú el amor. Y nadie ayuda
a librar la batalla. Surge, muda,
ciega, una sombra cerca... ¿Es el amante?

¿O es el mar del amor, donde se acaba
todo el caudal que la pasión llevaba,
bebiendo eternidad en un instante?



VICENTE ALEIXANDRE

SE QUERÍAN

Se querían.
Sufrían por la luz, labios azules en la madrugada,
labios saliendo de la noche dura,
labios partidos, sangre, ¿sangre dónde?
Se querían en un lecho navío, mitad noche, mitad luz.

Se querían como las flores a las espinas hondas,
a esa amorosa gema del amarillo nuevo,
cuando los rostros giran melancólicamente,
giralunas que brillan recibiendo aquel beso.

Se querían de noche, cuando los perros hondos
laten bajo la tierra y los valles se estiran
como lomos arcaicos que se sienten repasados:
caricia, seda, mano, luna que llega y toca.

Se querían de amor entre la madrugada,
entre las duras piedras cerradas de la noche,
duras como los cuerpos helados por las horas,
duras como los besos de diente a diente sólo.

Se querían de día, playa que va creciendo,
ondas que por los pies acarician los muslos,
cuerpos que se levantan de la tierra y flotando...
se querían de día, sobre el mar, bajo el cielo.

Mediodía perfecto, se querían tan íntimos,
mar altísimo y joven, intimidad extensa,
soledad de lo vivo, horizontes remotos
ligados como cuerpos en soledad cantando.

Amando. Se querían como la luna lúcida,
como ese mar redondo que se aplica a ese rostro,
dulce eclipse de agua, mejilla oscurecida,
donde los peces rojos van y vienen sin música.

Día, noche, ponientes, madrugadas, espacios,
ondas nuevas, antiguas, fugitivas, perpetuas,
mar o tierra, navío, lecho, pluma, cristal,
metal, música, labio, silencio, vegetal,
mundo, quietud, su forma. Se querían, sabedlo.

ANGEL GONZALEZ

PALABRA MUERTA, PALABRA PERDIDA

Mi memoria conserva apenas solo
el eco vacilante de su alta melodía:
lamento de metal, rumor de alambre,
voz de junco, también
latido, vena.
Recuerdo claramente su erre temblorosa,
su estremecida erre suspendida
sobre un abismo de silencio y ámbar,
desprendiéndose casi
de la música oscura que por detrás la asía,
defendiéndose apenas
del cálido misterio que la alzaba en el aire
creando un solo cuerpo de luz y de belleza.
Luminosa y precisa,
yo la sentía en mi ser profundamente,
sabía su sentido,
descifraba sin llanto su mensaje,
porque acaso ella fuese
-o sin acaso: cierto-
la única palabra irrefrenable
que mi sangre entendía y pronunciaba:
una palabra para estar seguro,
talismán infalible
significando aquello que nombraba.
Como un perfume que lo explica todo,
como una luz inesperada,
su presencia de viento y melodía
hería los sentidos, golpeaba
el corazón,
estremecía la carne
con el presentimiento verdadero
de la honda realidad que descubría.
Pronunciarla despacio equivalía
a ver, a amar, a acariciar un cuerpo,
a oler el mar, a oír la primavera,
a morder una fruta de piel dulce.
Todo ocurría así, hasta que un día
la dije bien, y no entendí su cántico.
La grité clara, la repetí dura,
y esperé ávidamente,
y percibí, lejano,
un eco inexplicable, infiel
reflejo
que en vez de iluminar, oscurecía,
que en vez de revelar, cubrió de tierra
la imprecisa nostalgia de su antiguo mensaje.
Cuando un nombre no nombra, y se vacía,
desvanece también, destruye, mata
la realidad que intenta su designio.


GABRIEL CELAYA

MORIR

¡Ay tú, siempre lejana!
(Tu cuerpo poseído
me parece aún intacto.)
¡Ay, tu sonrisa esquiva!
¡Ay, tus palabras vagas!
Todo tan sin sentido
(adorable, imposible!)
que no eres tú, no es nada,
es la nada lo que amo
revestida de luces
que en suave piel resbalan.

Desnúdate, ¿qué importa?
Ya sólo sé morirme
y no mirarte. Canto
cierto nácar cambiante,
deseo con mil nombres
que aquí brilla variando,
ternura, o llanto, o dicha,
o -querida, querida, querida-
no saber qué se dice,
morir tu misma muerte,
rozarte así imposible.